Dificultades en las relaciones de pareja

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Dificultades en las relaciones de pareja2018-01-29T15:39:21+00:00

DIFICULTADES EN LAS RELACIONES DE PAREJA

Las relaciones interpersonales, en ocasiones se tornan sumamente complicadas, cuanto más, las relaciones de pareja. Sin duda supone un esfuerzo en varios sentidos, y para ambos miembros de la pareja, tanto formar como mantener una relación de pareja sana, positiva, activa, dinámica y gratificante.

Los motivos de consulta en psicoterapia, que tienen que ver con las relaciones de pareja, forman un amplio abanico. Estas, atraviesan diferentes etapas y cada persona puede encontrar dificultades en una de las etapas o en varias.

También, los cambios vitales, y el paso de una etapa a otra (como empezar la convivencia, la llegada de los hijos, o la independización de estos) suponen períodos de crisis que la pareja tiene que enfrentar y resolver de forma exitosa. Si la pareja es capaz de superar ese momento de crisis con éxito, podrá gozar de un buen vínculo y, podrá aprender de la experiencia y salir fortalecida. Si no consigue superar con éxito en bache, correrá riesgo de quebrarse, o de ver reducido el nivel de satisfacción percibido de la relación.

Por lo tanto, en las relaciones de pareja, es normal pasar por algunos baches en el transcurso de la relación. Cuando uno está enamorado cree que puede con todo, la idealización es tal que uno no es consciente de las dificultades futuras que se pueden presentar. Cuando ese período de enamoramiento que genera esa idealización se acaba, empieza el verdadero reto de la relación: Ver cómo es mi pareja y mi relación desde la realidad. Y esto incluye que no todo es positivo, sino que también existen defectos y dificultades con los que lidiar. Si la pareja no tiene recursos para aprender a convivir con la parte de la relación que no les gusta, esto complicará las circunstancias. Todas las parejas tienen conflictos, lo que diferencia a las parejas que funcionan bien de las que no lo consiguen, es su capacidad para gestionar los mismos. Es por ello que la orientación de un profesional va a ayudar a que la pareja tenga bases sólidas para ir haciendo frente a los diferentes retos.

Siempre y cuando la pareja tenga un claro interés y predisposición a realizar un proceso terapéutico, éste les será de gran utilidad. Los conflictos de pareja pueden ser generados por diferentes motivos (celos, falta de ocio, problemas con la familia política, reparto de las tareas, cuidado de los hijos, etc…). También se pueden dar problemas de base que son el origen de futuros conflictos como pueden ser, encontrar ciertas dificultades a la hora de comunicarse y por tanto no dar a conocer mis necesidades al otro.

Una terapia te puede ayudar a ver la relación desde otra perspectiva, la cual pueda favorecer un buen análisis de la relación para así poder saber qué hacer para mejorar o decidir cómo quiero que sea mi relación de pareja. Añadir también que, el aporte de herramientas necesarias para mejorar la comunicación y resolver conflictos, una vez que se ha logrado analizar donde está realmente el problema, supone una gran ayuda en la consecución del éxito terapéutico.

Desde el Centro de psicología Arganzuela, no sólo te damos esas herramientas para mejorar, también dirigimos nuestros esfuerzos para que las parejas lleguen a confiar en la terapia y así exista una motivación para el cambio.

Nuestros terapeutas de pareja, pueden ayudarte a que veas diferentes vías de solución así como diferentes estrategias para resolverlo. Ayudan a que cada uno de los miembros de la pareja quiera poner de su parte y confiar así en los cambios que se plantean en la terapia. Este es sin duda uno de los indicadores de éxito en la terapia.

Otro punto importante para la eficacia de la terapia está en la neutralidad y objetividad del psicólogo. Ésta supone una pieza clave para ayudar a la pareja a cambiar su perspectiva del problema y poder así llegar a la solución.

Otro papel importante del terapeuta, es ser un soporte emocional para canalizar las emociones que se puedan dar en algunas sesiones. Cuando las emociones están muy enquistadas, o muy intensas, es común que empañen la razón impidiendo así a los miembros de la pareja pensar con claridad.

Sin duda en múltiples ámbitos.

  • Es común que las parejas que realizan un proceso terapéutico descubran mitos erróneos y falsas expectativas que tienen respecto a las relaciones de pareja. Al ajustar sus expectativas a la realidad, empiezan a sentir que pueden gestionar mejor su relación de pareja.
  • La terapia de pareja te enseña recursos para gestionar los conflictos de forma óptima. Las parejas que cuentan con estas habilidades consiguen prevenir una tasa importante de conflictos, es decir, son capaces de adelantarse a los mismos y reducir la probabilidad de que ocurran. También, cuando el conflicto es inevitable, son capaces de resolverlo de forma óptima.

  • Los procesos terapéuticos siempre ayudan a conocerse más a uno mismo y a la pareja. Al mejorar sus habilidades de comunicación, la pareja consigue entenderse mejor, con lo que es capaz lograr un mayor acercamiento mutuo.
  • Con la terapia de pareja ambos miembros suelen conseguir una mayor gratificación y satisfacción de la relación. Disfrutar juntos, compartir espacios y momentos positivos, realizar un mayor intercambio de estímulos positivos, hacen que la pareja goce de mayor placer y disfrute de la relación.

Al encontrar mejora en la relación de pareja, sin duda mejora el ámbito sexual. En común que, al realizar un proceso terapéutico, las parejas informen de un incremento de la frecuencia de sus relaciones sexuales, así como de la satisfacción con respecto a las mismas.

  • Y, sin duda, en las situaciones más complicadas en las que hay un intenso conflicto que perdura mucho en el tiempo y está muy enquistado, con la terapia de pareja, ambos miembros consiguen desanudar y entender qué les está ocurriendo. Los conflictos que entran en una relación deterioran mucho la percepción del problema. Cuanto mayor es el conflicto, mayor es la pérdida de objetividad. Las emociones intensas empañan la situación y no permiten a cada miembro de la pareja pensar con claridad. La pareja entra en un círculo vicioso negativo del que les resulta difícil salir. La figura del terapeuta es fundamental porque aporta objetividad cuando la pareja la ha perdido. Poder estar en la realidad ayuda a cada una de las partes a ver exactamente dónde está el problema para poder abordarlo. A esto hay que añadir la enseñanza, a través de determinadas técnicas, de aprender a relacionarse de una manera diferente y satisfactoria para ambos.

Dentro de la orientación cognitivo-conductual, el entrenamiento en habilidades de comunicación, el aprendizaje de técnicas de resolución de conflictos y los programas de incremento de intercambios positivos, son sumamente útiles en las terapias de pareja. Con esta orientación, cada miembro de la pareja puede incorporar conductas que ayudan a mejorar sin duda la relación. Estas técnicas también enseñan a pensar de manera distinta y eso ayuda a cada miembro de la pareja a cambiar su manera de actuar.

También existen técnicas más emocionales cómo el Mindfulness para parejas o el psicodrama que ayudan a devolver a las parejas que se han distanciado emocionalmente un nuevo sentido de conexión.

El terapeuta también utiliza técnicas de descubrimiento guiado para que la pareja identifique y resuelva el problema sentimental.

Otro tipo de técnicas son más relacionales, a través del vínculo que se crea entre el terapeuta y la pareja se trabaja su manera de relacionarse con los demás y cómo influye en la manera de relacionarse con su pareja. Si el vínculo se enriquece también lo hará en su manera de vincularse con su compañero o compañera sentimental.

Por último, habría que añadir lo que trae cada miembro de la pareja que tiene que ver más con uno mismo y no con la pareja y, sin embargo, afecta a la relación de ambos. Por ejemplo, una experiencia sentimental pasada sin resolver, o una percepción de la pareja negativa por lo que ha visto en sus padres. Nuestro equipo de psicólogos lo tiene en cuenta para poderlo trabajar y que no interfiera en la terapia conjunta.

En ocasiones, encontramos que uno de los dos miembros de la pareja, no quiere realizar un proceso terapéutico. En estos casos, ayudamos al miembro de la pareja que sí acude a convencer a la otra parte de la importancia de realizar dicho proceso. Muchas veces, es necesario cambiar la manera de proponerlo, o tener una buena información que darle cuando ya estás informado/a. Esto puede que le ayude a cambiar de opinión y decidir acudir.

En el caso de que una persona quiera ir a terapia aunque su pareja no quiera también podemos ayudarle. Hay muchos aspectos que se pueden trabajar de forma individual. Uno puede entender mejor su relación y cambiar lo que dependa de sí mismo. Cuando uno empieza a cambiar algunas cosas, es común que también genere cambio en la otra parte de la relación. Además, hay parejas que acuden posteriormente al ver los cambios que se están produciendo en su marido o mujer.

No existen fórmulas matemáticas. Va a depender de la magnitud del problema (no es lo mismo que se haya dado una infidelidad, a un problema de no comunicación en ciertos temas) y de la involucración de ambos miembros de la pareja en el proceso terapéutico. Si hay buena predisposición por parte de ambos, el tiempo de duración se reduce significativamente. Por la experiencia en nuestro centro, una terapia puede durar desde 3 meses hasta dos años. También va a depender de la periodicidad de acudir semanalmente que al hacerlo más separado.

Para este tipo de casos utilizamos un programa concreto de toma de decisiones que incluye una serie de técnicas especializadas que ayudan a que la persona descubra lo que quiere realmente y poder dar los pasos necesarios para tomar decisiones importantes para su relación. En muchas ocasiones hay factores que no se están teniendo en cuenta a la hora de tomar una decisión, lo que genera que la persona esté en una duda permanente. Somos conscientes de ello y por ello intentamos ayudar a que esos factores salgan a la luz para que la decisión pueda llegar.

Es importante tener en cuenta que las terapias de pareja abarcan más de lo que imaginamos. No solo ayudan cuando existe un conflicto evidente en la relación. A veces, una persona no se siente satisfecha con su relación, pero tampoco tiene muy claro por qué. En este tipo de casos las terapias ayudan a aclarar esas dudas.
Independientemente del motivo, si tú sientes que algo no está del todo bien, ya es un motivo suficiente para acudir. Un proceso terapéutico ayuda a reflexionar sobre lo que ocurre, y a incorporar recursos emocionales que siempre optimizan las relaciones.

¿CUÁLES SON LOS ASUNTOS MÁS COMUNES A TRABAJAR EN UNA TERAPIA DE PAREJA?

Desde problemas de la vida diaria hasta problemas de otra índole como celos, infidelidades, dudas, etc…. A continuación, te detallamos cada uno de ellos:

  • Educación de los hijos: la inmensa mayoría de las parejas informan de que la llegada de los hijos, aparte de suponer un esfuerzo en muchos sentidos, pone a prueba la relación de pareja. Ponerse de acuerdo en el modo de gestionar algunas situaciones o tomar decisiones con respecto a los hijos, en ocasiones puede suponer un enorme desafío para la pareja, llegando a deteriorarla gravemente. Contar con buenas habilidades de comunicación, de gestión de conflictos y de capacidad para llegar a acuerdos ayudarán a que la pareja se mantenga unida y gestionen como un buen equipo la educación de sus hijos. En definitiva, los dos miembros de la pareja desean lo mejor para sus hijos: esto es lo que les une. Es común que la dificultad sea ponerse de acuerdo respecto a qué es lo mejor. La terapia de pareja ayuda sin duda a encontrar este acuerdo.
  • Familia política: cada persona se relaciona con su familia de origen de una manera diferente. Y pueden generarse choques cuando se comprueba que la pareja tiene una manera muy distinta de relacionarse con la suya. Añadir las incompatibilidades que se pueden llegar a dar con la familia política. El problema se da sobre todo cuando afecta a la relación de pareja. Nuestro equipo es consciente de ello y de la importancia de abordarlo. Que la pareja pueda ser cómplice y se sienta unida y coordinada a la hora de gestionar las demandas y actuaciones tanto de la familia de origen como de la familia política, es clave para mantenerse unida. En la mayoría de los casos en los que una pareja se encuentra con dificultades para gestionar la familia de origen o la familia política, cuando logran posicionarse cada uno en su sitio, y poner los límites necesarios para que las personas externas a la pareja también se mantengan en el suyo, notan cómo su vínculo vuelve a fluir de forma positiva. Tener un encuadre sano de pareja, cuidarlo, respetarlo y hacerlo respetar garantiza una relación positiva y placentera.
  • Ocio y tiempo libre: se dan muchas quejas relacionadas con el tiempo de disfrute que se comparte en pareja. A veces porque las necesidades son distintas a la hora del tiempo que se quiere compartir. Es bueno que el psicólogo ayude a que entiendan los espacios que cada pareja necesita y a aportar ideas de cómo ese espacio en conjunto puede llegar a ser más enriquecedor. Todas las parejas necesitan divertirse juntas para poder tener sensación de satisfacción con respecto a la relación. Tan importante es comunicarse bien, como disfrutar juntos. Cuando ambos miembros de la pareja ponen de su parte y logran mejorar este aspecto, se encuentran con más disfrute del que al inicio imaginaban.

  • Tareas del hogar: este es un punto clave en la convivencia y que influye en la peligrosa idea “yo hago más que tu”. Esto genera un efecto directo en la queja y reproche y muchas veces lleva al cese de la convivencia. Probablemente este sea uno de los temas más recurrentes en los procesos de pareja. La dificultad actual en la conciliación de la vida laboral y familiar, junto con las diferencias de género hacen complicada la gestión del reparto de las tareas del hogar. Las parejas que logran organizarse en este sentido y cuidan que ambos miembros se encuentren cómodos con el reparto, gozan sin duda de una óptima relación de pareja. La vivencia de la descompensación desgasta bastante más de lo que a priori podemos imaginar. Por eso, es importante ajustar esta área. Tras lograr el equilibrio, ambos miembros se ven ampliamente beneficiados.
  • Relaciones sexuales: hay muchas parejas que con el paso del tiempo ven reducida su actividad sexual. No siempre ocurre porque se deje de ver atractiva a la pareja. La rutina, pasar de “pareja” a “padres” y otros factores pueden influir significativamente. Los especialistas de pareja de nuestro centro tienen en cuenta la importancia de esta área y cuentan con una buena formación en sexología por ser un tema recurrente en las terapias de pareja. Gozar de un buen vínculo, conexión emocional y relaciones sexuales placenteras no sólo hacen que cada miembro de la pareja perciba una satisfacción positiva en esta área. Este bienestar se expande y afecta de forma positiva a otras áreas de la vida.

  • Organización económica: este asunto se convirtió en un tema frecuente ante la crisis económica en España. Hubo un aumento de conflictos de pareja por no saber hacer frente a la falta de previsión económica, lo que ha generado que en consulta el tema económico sea uno de los asuntos a tratar. Los profesionales del centro contamos con técnicas que nos permiten ayudar a las parejas y familias a gestionar mejor su economía. Cada persona tiene una relación con el dinero. Es decir, para unos el dinero es “seguridad”, para otros “tranquilidad”, para otros “diversión” para otros “estatus”, etc. Cuando cada miembro de la pareja analiza la relación que tiene con el dinero, y puede llegar a ver cómo ve el dinero su pareja, esta toma de conciencia abre un espacio fértil a la hora de ponerse de acuerdo en la gestión económica. Este acuerdo es tan importante como otros. Hay parejas que lo eluden porque les resulta incómodo hablar de dinero, o por otros motivos pero, en definitiva, no es más que un área más. Y, si se gestiona adecuadamente puede generar en la pareja sensación de unión y acuerdo y, si no se gestiona adecuadamente, sin duda puede minar el vínculo de forma significativa.

COMUNICACIÓN

Las dificultades para hacerte entender frente al otro es fruto de muchos malentendidos. El papel del terapeuta como mediador es clave para hacer ver a cada miembro de la pareja cómo se comunica y cómo le llega el mensaje al otro. Unas buenas habilidades de comunicación ahorran muchos quebraderos de cabeza y muchos disgustos innecesarios. En gran parte de los casos, los conflictos se dan o se mantienen debido a las dificultades de comunicación en la pareja. Es importantísimo tener en cuenta la comunicación verbal y la no verbal ambas tienen que ser congruentes. Muchas veces ocurre que las parejas no son del todo conscientes de sus dificultades a la hora de comunicarse y de lo que proyectan en el otro. Esto da lugar a analizar mal el motivo del problema. Por eso es tan importante el papel del psicólogo que ayudará a identificar en cada caso los errores de comunicación y ofrecerá alternativas para lograr una comunicación útil, positiva y fértil que ayude a que la pareja se entienda.

EXPRESIÓN DE EMOCIONES

Hay personas que llegan a consulta con una sensación de desconexión emocional hacia su pareja o de falta de conocimiento sobre las emociones del otro porque no las sabe expresar. Sienten que se ha generado entre ambos un distanciamiento afectivo. Desde el Centro de Psicología Arganzuela tenemos muy presente la importancia de devolver a las parejas un nuevo sentido de conexión y una mayor comunicación emocional para garantizar un avance mayor.

Si esa conexión se da, será mucho más fácil dar a conocer a nuestra pareja cómo nos sentimos. Este punto es clave para prevenir conflictos de pareja y para resolverlos en el caso que se den. Añadir que también es necesario aprender a verbalizar esas emociones para que la otra parte pueda entenderlas. A veces con la manera de conectar emocionalmente con el otro ya se transmiten esas emociones sin necesidad de expresarlas.

AGRESIVIDAD

Algunas parejas han adquirido unos patrones de conducta agresivos ante la aparición de conflictos. Las faltas de respeto, los gritos, reproches y acusaciones forman parte de esos patrones. Si estos se dan con frecuencia es de gran importancia acudir a consulta por el desgaste emocional y mental que supone para cada uno. A través de la consulta, la pareja puede descubrir que detrás de esa agresividad lo que hay es dolor que no se está sabiendo manejar y por tanto la agresividad no desaparece.

DEPENDENCIA EMOCIONAL

Algunas personas centran su vida en su relación sentimental descuidando otras áreas como puede ser la personal o social. Es normal que con el paso del tiempo esto se convierta en un problema serio. Cuando tu vida depende únicamente de sentirte querido o querida por tu pareja el miedo a que eso no se dé como uno espera se convierte en tensión y ansiedad. Aumenta la demanda por obtener la atención de la pareja y es muy probable que la pareja no pueda o no quiera hacer frente a esa demanda que ve excesiva. Todo esto lleva a un círculo vicioso donde uno no se siente querido o querida mientras que la otra parte se siente asfixiada.

CELOS

En estos casos habría que diferenciar si los celos son razonables como reacción a una situación concreta. Por ejemplo “mi pareja queda mucho con su ex”. O son un problema de base, en este caso estaríamos hablando de una CELOTIPIA donde un miembro de la pareja siente una inseguridad y temor constante a que su pareja le sea infiel cuando no hay motivo aparente. El tipo de terapia va a variar en función del origen de los celos.

Dedicamos un apartado exclusivo a las familias reconstituidas porque sin duda, estas parejas se ven expuestas a un mayor número de situaciones complicadas con las que lidiar.

Las parejas que se unen tras haber formado anteriormente una familia con otra pareja, se enfrentan a varios retos. El primero consiste en cerrar bien el duelo por la relación anterior. El segundo reto, tiene que ver con lograr un entendimiento mutuo con respecto al lugar y posición que tiene cada miembro de la pareja con los hijos propios y los del otro. En estos casos, trabajamos mucho con respetar el orden de los sistemas. Si cada uno ocupa su lugar, y respeta el lugar de los otros, la nueva pareja tendrá más de la mitad de la situación controlada.

A partir de aquí, unas buenas habilidades de comunicación y de gestión de conflictos, pueden garantizar una relación muy positiva en la que todos los miembros puedan estar encantados con la nueva situación. Pero, queremos hacer hincapié en que, lograr este equilibrio ni es fácil, ni viene sólo. Ahora que, con el esfuerzo adecuado, se pueden obtener unos estupendos resultados.

Desde el Centro de Psicología Arganzuela trabajamos en el inicio de las relaciones. Es una demanda común acudir a consulta por la preocupación de no tener pareja o de no saber mantener una relación a largo plazo. Es importante indagar bien qué está pasando. A menudo se arrastran cosas del pasado (relaciones sentimentales traumáticas, problemas en el vínculo familiar…) que influyen a la hora de elegir bien una pareja y uno no es consciente. Por otra parte, una persona puede proyectar cosas en los demás que no sabe identificar y que influye en el éxito de una relación. Por mucho que uno trate de disimular sus miedos e inseguridades, estos se transmiten si no se trabaja en ellos. Por tanto es muy importante trabajar en consulta, la imagen que se tiene de uno mismo y cómo afecta a la hora de tener una relación sentimental.

Los procesos terapéuticos aportan estrategias y herramientas para saber seducir y mantener una relación sentimental sana y estable. Intervenir en los factores que generan miedo e inseguridad ante las relaciones de pareja, saber qué actividades favorecen en cada caso la búsqueda de pareja, conocer las fases del inicio de las relaciones hasta que se consolidan, y saber qué es lo deseable en cada fase para que la relación se forme de una manera adecuada, forman parte de los recursos que puede aportar un proceso terapéutico a la persona.

Romper con una relación sentimental es un duelo que genera un impacto emocional importante. Ya sea por la ausencia de la pareja en su vida, como por la frustración de que la relación no saliera como se esperaba. La terapia por ruptura tiene en cuenta estos aspectos del duelo a la hora de trabajar. El terapeuta tratará de acompañar a la persona en el proceso ya que tendrá que pasar por diferentes fases (negación, rabia, dolor y aceptación). Este dará apoyo y orientación para que el duelo sea lo más sano posible teniendo en cuenta las circunstancias y recursos de cada persona. Es necesario salir limpio de un duelo para volver a empezar tras una ruptura y entrar limpio en futuras relaciones. Por ello es importante acudir a un profesional que te sepa orientar en este camino.

Hay muchas causas que pueden derivar en una ruptura sentimental. Las causas más comunes suelen ser desenamoramiento, incompatibilidad de caracteres y problemas de comunicación. Hay que tener en cuenta que existen muchos otros motivos (celos, crisis económica, agresividad…). Lo importante es aprender a tomar la decisión cuando se tiene claro que independientemente del motivo, la relación no contribuye al bienestar de uno.

El Centro de Psicología Arganzuela cuenta con una amplia experiencia en grupos de ruptura sentimental. Suele ser recomendable combinar la terapia grupal con la individual. En las sesiones individuales se trabajan cosas más profundas de la persona para superar la ruptura, pero en las sesiones conjuntas, cada miembro del grupo tiene la oportunidad de ser más consciente de en qué punto se encuentra del proceso al escuchar el testimonio de otros. Uno conecta con cosas que le recuerdan a su situación y le ayudan a entender que es normal que le sucedan. Al final, un grupo terapéutico te ayuda a ver cosas que, sólo puedes ver de esa manera.

Depende de cada caso. En el caso de que exista trauma por lo doloroso del impacto, existen técnicas muy concretas que ayudan a elaborar la parte traumática del duelo. Técnicas de nueva generación como son emdr, caja de arena, desensibilización del recuerdo traumático. Todas ellas ayudan a reducir el impacto del trauma.

No tiene por qué haber trauma en todos los casos pero sí un dolor considerable. Por ello hay otras técnicas muy útiles como la reestructuración cognitiva para entrenar en pensamientos adaptativos en relación al duelo. La educación emocional ayuda a identificar y manejar las diferentes emociones que acompañan al duelo. También en ocasiones de realizan ejercicios de autoestima si ésta se ha visto afectada. Y la programación de actividades positivas sin duda, ayuda a avanzar en el proceso. Pueden darse muchas más técnicas dependerá de cada caso.

Si una persona no acepta lo que le ha pasado, es probable que se quede estancada en la negación y no pueda avanzar en las otras fases. Cuando alguien no acepta lo que ha ocurrido, no es capaz de asumir lo que se ha perdido, le da vueltas al por qué e intenta agarrarse a un clavo ardiendo con la esperanza de que se recupere la relación. Es normal pasar por la fase de “no aceptación” pero no podemos quedarnos en esa etapa de manera indefinida.

En resumen, no superar un duelo es no pasar por todas las fases necesarias para su elaboración. Hay que negar, hay que tener rabia por vivir esa ruptura, hay que llorar al reconocer lo que no está y hay que aceptar que no va a volver. Solo así la persona podrá superarlo. Si la persona se queda enganchada en alguna de las fases es un claro indicador de no haber superado la ruptura.

Que la relación anterior ocupe espacio en el momento presente, tener la necesidad de tener información de esa persona y que genere aún emociones negativas, son algunas de las señales de que no está superada la ruptura sentimental. Cuando se ha superado una ruptura, la persona tiene un sentimiento de paz con respecto a esa relación. Asume que no pudo ser, y se queda con la parte buena que tuvo esa relación. Además, puede agradecer haber compartido ese tiempo de su vida con esa persona y, no le guarda rencor, sino cariño y respeto. Cuanto mejor elaborado se encuentre el duelo por la relación anterior, mas preparado/a te encontrarás para volver a enamorarte de una forma positiva y limpia.

¿QUE ACTITUD DEBE TENER UN TERAPEUTA CUANDO EXISTEN INFIDELIDADES?

Una de las principales cosas que hay que tener en cuenta a la hora de trabajar con infidelidades es la neutralidad del terapeuta con las dos partes. Es decir con la persona que comete la infidelidad y la que sufre la infidelidad. La objetividad del profesional es clave para el éxito de la terapia.

¿CÓMO SUPERAR QUE MI PAREJA HA SIDO INFIEL?

Es fundamental analizar los motivos que han llevado a la pareja a cometer una infidelidad. No es lo mismo que una persona sea infiel porque ya se apagó la relación a que sea infiel porque siente que algo en su relación no funciona. Una vez que se identifican los motivos a través del proceso terapéutico, es más fácil saber los siguientes pasos a dar. Trabajar sobre el motivo ayudará a ambos a saber cómo quieren estar realmente con respecto a la relación.

Los profesionales del Centro de Psicología Arganzuela cuentan con experiencia en este tipo de casos y dotan a las parejas de recursos para reflexionar sobre los motivos y las pautas de actuación a posteriori.

Otra parte importante a trabajar es el proceso de duelo por el que la persona que lo sufre pasa para poder digerir la nueva realidad.

HE SIDO INFIEL A MI PAREJA Y NO SE QUE HACER.

Es normal que la persona que ha cometido la infidelidad no sepa si decírselo o no a su pareja. En este tipo de situaciones es bueno acudir a un terapeuta especializado que le pueda orientar. Cada caso es un mundo y no vale la misma respuesta para todos los que han sido infieles. Habrá que analizar cada caso en profundidad para valorar qué pasos hay que dar. Muchas veces el miedo, la culpa y la ansiedad no facilitan que la persona tome una determinación a la hora de decidir con respecto a su relación. Es por ello que parte de la terapia se centre en la gestión emocional que le ayude a manejar esta situación.

¿CÓMO TRABAJÁIS LAS INFIDELIDADES MUTUAS?

En los casos donde la infidelidad se da por las dos partes y no se trata de una relación abierta habrá que indagar porqué la pareja se ha constituido de esta manera para saber dónde dirigir el tratamiento. En ocasiones se utiliza la infidelidad, y no siempre de manera consciente, para agredirse mutuamente por temas que no se han sabido resolver o comunicar. Es importante trabajar analíticamente y conjuntamente entre el terapeuta y la pareja para poder entender el origen que ayudará a entender la relación y a decidir sobre los cambios convenientes.

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