:Cambios vitales en la infancia
Los cambios vitales se refieren a situaciones que suceden de forma repentina y generan modificaciones significativas en lo que estábamos acostumbrados o conocíamos hasta el momento. Muchas veces estos cambios pueden implicar conflictos, dificultades, toma de decisiones, e incluso oportunidades. Tanto en los niños como en los adultos, son experiencias que se espera vayan ocurriendo a lo largo de la vida. Hay cambios vitales que son normativos, es decir, que todos pasamos por ellos como parte de nuestro desarrollo o evolución. Por ejemplo, el paso de la infancia a la adolescencia. A la vez que existen cambios no normativos, que no son esperados o no forman parte del desarrollo que experimenta la mayoría, como por ejemplo sufrir una enfermedad en un estadio vital temprano.
La forma de enfrentar estas crisis, sean o no normativas, suele requerir elaborar un proceso de duelo, en el que se debe asumir la pérdida de algunos elementos, así como un proceso de adaptación a todo lo nuevo. En algunas ocasiones, estas experiencias pueden sobrepasar los recursos de la persona y es necesario buscar apoyo profesional para poder gestionarlo.
En el caso de la infancia, el niño puede sufrir fuerte sensación de estrés o malestar emocional al experimentar estas experiencias de crisis. Las cuales, pueden llegar a sobrepasar sus recursos emocionales para poder gestionarlas. A la vez que pueden constituir un factor de riesgo para entorpecer el logro de las tareas correspondientes a su momento evolutivo.
Existe una serie de situaciones vitales que se pueden vivir en la infancia, algunas forman parte de los cambios propios del desarrollo, y otras están relacionadas con los acontecimientos del contexto del niño, tales como el divorcio de los padres, cambio de colegio, migrar a otro país o ciudad, el nacimiento de un hermano, entre otras.
Algunos de los motivos pueden ser:
