Psicología para adolescentes2017-11-23T16:52:02+00:00

PSICOLOGÍA PARA ADOLESCENTES

¿QUÉ CUALIDADES DEBE CUMPLIR UN TERAPEUTA QUE TRABAJA CON ADOLESCENTES?

Lo primero que un psicólogo de adolescentes debe preguntarse, es si le gusta trabajar con ellos, y si es capaz de reconocerse en su propia adolescencia. Son dos puntos básicos para poder vincular con ellos/as. El/la adolescente tiene que percibir que el terapeuta está motivado para ayudarle y que le entiende porque él o ella también han sido adolescentes. Es importante que el psicólogo no pierda de vista su propia adolescencia para no dejar de estar con lo que siente y entiende el adolescente. Este se abrirá al profesional, cuando descubra que no se trata de una figura de autoridad más que le dice lo que tiene que hacer, o lo que es mejor para él. Si además, el profesional, cuenta con cualidades como la proximidad, calidez y sentido del humor, el adolescente se sentirá más cómodo para abrirse, aceptando mejor el tratamiento.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la adolescencia es una etapa de muchos cambios, por lo que hay que estar preparado a lo que pueda venir. Que el terapeuta cuente con conocimientos amplios del desarrollo de la adolescencia y sus posibles cambios, le ayudará a adaptarse mejor a lo que a veces es imprevisible.

Por último, el trabajo con los padres de un hijo adolescente es fundamental. Que los padres entiendan qué es normal y qué no en la adolescencia, ayudará a que sepan cuándo actuar y de qué manera. Si el terapeuta les transmite lo que en esta etapa vital necesita su hijo adolescente de ellos, les será más fácil abordar las necesidades específicas de la misma.

¿CUÁNDO ES CONVENIENTE LLEVAR A UN ADOLESCENTE A CONSULTA?

Cuanto antes mejor. Es común que los adolescentes lleguen a consulta cuando el conflicto o problema adquiere un nivel de gravedad alto. En ocasiones, debido al hermetismo que a veces muestran los adolescentes, es difícil para los padres darse cuenta de que su hijo no está bien y sólo pueden darse cuenta de ello cuando el problema ya ha avanzado mucho. Es importante que, en cuanto los padres se den cuenta, acudan a terapia.

La adolescencia es una etapa en la que terminan de constituirse algunas áreas psicológicas del ser humano, como son la personalidad y la identidad. Si en esta etapa, el/la joven vive algún trastorno psicológico como puede ser un trastorno de ansiedad, un trastorno de alimentación, o un conflicto intenso con sus padres, esta dificultad podrá afectar en el sano desarrollo de lo que por su edad, tiene que constituirse a nivel psicológico. Es decir, si por ejemplo, el adolescente padece un trastorno de ansiedad, y éste no es tratado, es muy probable que termine de configurar una personalidad de tipo ansioso. Sin embargo, si aborda este cuadro clínico en terapia, y puede superarlo, terminará su adolescencia viéndose a sí mismo capaz de solucionar dificultades y configurará una personalidad sana con una buena autoestima y fuerte autoconfianza.

También ocurre en muchas ocasiones, que es el propio adolescente el que no quiere acudir a terapia, aunque sus padres se lo hayan recomendado. Es común que los chavales acudan a la primera cita enfadados y sin querer venir. Es importante en estos casos, que el terapeuta cuente con habilidades para vincular bien con el adolescente y que éste quiera acudir a terapia. Realmente, en la gran mayoría de los casos de chavales que acuden a terapia resistentes, cuando se encuentran con un terapeuta amable, cálido, que está ahí para ayudarle y no se sienten juzgados por él, encuentran la utilidad de acudir a terapia y abordar aquello que se lo está haciendo pasar mal.

Por lo tanto, no recomendamos esperar a ver lo que pasa, la intervención precoz, e incluso la prevención van a ayudar a que el problema no se agrave. Hay una serie de indicadores que te pueden ayudar a tomar la decisión de llevar a tu hijo adolescente a un terapeuta:

  • No se relaciona con sus iguales.
  • No comunica qué hace cuando sale.
  • Cuenta poquísimo sobre él.
  • Pasa demasiadas horas encerradas en su cuarto.
  • Sólo quiere estar con adultos.
  • No comer o comer con mucha ansiedad.
  • Cambio brusco en los resultados académicos.
  • Cambios bruscos en su personalidad como enfadarse con frecuencia cuando antes no lo hacía.
  • Preocupación obsesiva por algo concreto.
  • Alteraciones en el sueño.
  • Aislamiento excesivo.
  • Baja autoestima.
  • Llantos frecuentes.

Es importante tener en cuenta estas señales y ante la menor duda acudir a un especialista.

¿QUÉ ES MEJOR PARA UNA ADOLESCENTE, LA TERAPIA DE GRUPO O LA INDIVIDUAL?

Combinar ambas terapias suele ser la mejor opción. Dependiendo de cada caso, lo ideal es empezar por una terapia individual que ayude a mejorar las dificultades existentes para luego optimizar los cambios con el grupo. La terapia de grupo refuerza lo anteriormente aprendido, y además, ayuda a trabajar otras cosas que en la individual no pueden darse. El adolescente aprende a trabajar en equipo gracias al feedback que obtiene del grupo, encontrando información relevante de cómo le ven los demás; además de poder sentirse útil aportando sus propias opiniones que también son de mucha ayuda para el grupo. Otra ventaja, es poder poner en práctica ejercicios dinámicos que sólo pueden darse en el grupo y que ayudan a mejorar la autoestima y las relaciones con los demás. Por último, el sentirse comprendido por otros miembros del grupo, que pueden estar viviendo una situación parecida, ayuda a entender mejor lo que le pasa.

¿ES REALMENTE EFICAZ UNA TERAPIA CON ADOLESCENTES?

Si el adolescente vincula bien con el terapeuta, acabará teniéndole como referente. Si además los padres también vinculan con el terapeuta estarán alineados en la intervención. Esto es sin duda uno de los mayores logros para que la terapia sea mucho más eficaz. Los cambios se asentarán mucho mejor. Luego, por supuesto, estaría la elaboración de un buen diagnóstico con el apoyo de pruebas de evaluación para poder aplicar las técnicas más adecuadas.

¿QUÉ TÉCNICAS SE APLICAN HOY EN DÍA Y SON EFICACES?

En los casos más complicados donde existe mucha resistencia por parte del adolescente a querer colaborar sirven de gran ayuda ejercicios dinámicos donde el/la chaval/a no siente que se le está haciendo un interrogatorio. Por ejemplo, ejercicios que les permitan canalizar emociones donde se dé un clima de respeto y aceptación. A veces una sesión se centra exclusivamente en la música que a él/ella le gusta y se trabaja con ese material como fuente de información valiosa. En otras ocasiones, trabajos manuales como la pintura y el barro sirven para reducir la tensión entre terapeuta y adolescente, que trabajan juntos en algo externo. Otros ejercicios de gran ayuda son las metáforas donde se trabaja de manera indirecta el problema. Los ejercicios de vertiente positivista donde se ven los recursos del adolescente a través de las técnicas de visualización para imaginar que los problemas ya se han solucionado, son una buena manera de reducir la desesperanza y aumentar la motivación al cambio.

Este tipo de actividades menos directivas, ayudan a trabajar el vínculo y asientan las bases para futuras intervenciones con técnicas más directivas y centradas en el problema, así como herramientas para cambios de pensamientos, conductas y maneras de relacionarse y comunicarse.

¿QUE PAPEL JUEGAN LOS PADRES EN LA TERAPIA CON ADOLESCENTES?

Los padres tienen un papel muy importante en la terapia con adolescentes. No es nada fácil sobrellevar la adolescencia de un hijo que vive tantos cambios a nivel hormonal, emocional, cognitivo y de comportamiento. Si ya la adolescencia es complicada de por sí, se hace muy duro que encima haya conflictos muy intensos. O ver cómo tu hijo/a lo pasa mal y sientes la impotencia de no poder solucionarlo.

Para el adolescente, el papel de sus padres es clave en su desarrollo. Aunque la mayoría de los adolescentes reflejen disconformidad con la actitud de sus padres, no deja de ser clave la opinión y el trato que los padres transmiten a sus hijos. Los padres tienen un papel protagonista en el desarrollo de la identidad del hijo/a pues son un claro referente para él/ella, aunque por su etapa evolutiva muchos hijos no quieran reconocerlo al necesitar diferenciarse de sus padres.

Muchos padres que acuden a consulta se sienten desbordados y tristes porque no se entienden con su hijo/a, por lo que también es necesario que cuenten con la ayuda del psicólogo, que les apoye y les devuelva la confianza en que pueden hacer mucho más de lo que piensan, aunque se sientan desbordados. El terapeuta tratará de ayudar a los padres a que se sientan más fuertes y más cuidados emocionalmente para hacer frente a la importante labor que supone educar a un hijo/a adolescente.

Otra aportación importante del psicólogo especializado en adolescencia es la de ayudar a los padres a entender todos los cambios por los que pasa su el hijo/a en la etapa adolescente para que sepan diferenciar lo que es normal y lo que no dentro de la adolescencia.

La colaboración de los padres es sin duda de gran ayuda para la terapia con los adolescentes. Es importante que el profesional y los padres estén bien alineados y que no vayan por direcciones diferentes para que la terapia sea más eficaz. En muchas ocasiones el papel del psicólogo es de mediador entre padres e hijos lo que ayuda a manejar conflictos entre ellos, mejorar la comunicación y aumentar el entendimiento.

Muchos padres se ven agobiados y preocupados porque no saben cómo tratar con su hijo adolescente. En estos casos el psicólogo que va entendiendo cómo funciona su hijo adolescente puede ser de gran ayuda para que sepan cómo acercarse a él e incluso cómo negociar cambios o mejorar su autoestima y motivación.
Poner límites a un hijo es lo que más energía emocional supone para los padres. Y, cuando el hijo es adolescente, la energía necesaria, aumenta considerablemente.

Que los padres también estén cuidados por un terapeuta, les ayudará a contar con la energía apropiada para hacer el papel tan necesario que tienen en el desarrollo de su hijo.

¿QUÉ PROFESIONALES PUEDEN AYUDARME?

Diana Hernández Faón
Diana Hernández FaónNº de colegiada M-27367
  • Licenciada en Psicología especialidad clínica. Calificación Cum Laude.
  • Terapeuta en idiomas: español e inglés. Licenciatura obtenida en Estados Unidos.
  • Máster en Psicoterapia por la Universidad Complutense de Madrid.
  • Máster en Terapia de Conducta por la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
  • Formación en intervención familiar y terapia de pareja.
  • Experiencia en adultos con trastornos de ansiedad como estrés, crisis de pánico, angustia generalizada y fobias.
  • Experta en trastornos adaptativos.
  • Experiencia clínica en adolescentes (depresión, ansiedad, problemas emocionales, duelo, autoestima etc.).
  • Experiencia en terapias grupales y responsable de desarrollo de talleres con pacientes.
  • Especialista en diagnóstico y tratamiento de niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
  • Especialista en resiliencia y flexibilidad emocional.
Vera Celada Victoria
Vera Celada VictoriaNº de colegiada M-27178
  • Licenciada por la Universidad Complutense de Madrid con especialidad en psicología clínica y salud.
  • Psicóloga General Sanitaria.
  • Máster en Inteligencia Emocional e Intervención en Emociones y Salud por la U.C.M.
  • Experto en Intervención Psicológica con Víctimas de violencia de género.
  • Terapeuta EMDR.
  • Amplia experiencia y formación en Terapia Familiar Sistémica.
  • Experto en Psicoterapia con Niños y adolescentes.
  • Experiencia en terapia individual con adultos (ansiedad, depresión, problemas de autoestima, trastorno de alimentación, adicciones, rupturas, duelos, dolor crónico, fobias, problemas familiares…).
  • Experiencia en terapia infanto-juvenil (ansiedad, miedos, fobias, problemas escolares, bullying, rabietas, problemas familiares…)
  • Experiencia en terapias grupales: Obesidad, habilidades sociales, inteligencia emocional, adicciones y ludopatías, terapias multifamiliares.
  • Experiencia y desarrollo de programas de prevención en primaria y secundaria.
  • Experta en técnicas de biofeedback.
  • Experta en la técnica de la caja de arena.
  • Experta en terapia breve centrada en soluciones.
  • Experta en técnicas psicodramáticas.
Gabriela García Sánchez
Gabriela García SánchezNº de colegiada M-32841
  • Licenciada en Psicología por la Universidad de Elche (Alicante)
  • Máster Universitario de Psicología General Sanitaria por la  Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante).
  • Máster en Atención Temprana por el Instituto Superior de Estudios de  Psicología.
  • Evaluación e intervención psicológica infantil (trastorno desarrollo  cognitivo, emocional y de la conducta, trastorno generalizado del  desarrollo).
  • Evaluación e intervención psicológica juvenil (trastorno de conducta,  déficit atención, problemas emocionales, relación padres-hijo).
  • Evaluación e intervención psicológica adultos (ansiedad, depresión,  estrés, adicciones, duelo, dolor crónico, etc.).
  • Adolescentes y jóvenes en situación de riesgo.
  • Mediación y resolución de conflictos.
  • Publicaciones sobre conductas adictivas.
Virginia Moraleda Borja
Virginia Moraleda BorjaNº de colegiada M-32620
  • Licenciada en Psicología por la Universidad de Granada.
  • Máster Universitario en Psicología General Sanitaria.
  • Evaluación e intervención psicológica con niños y adolescentes (problemas de conducta, hiperactividad, déficit de atención, problemas emocionales) y adultos (problemas de estrés, ansiedad, depresión, duelo, adicciones, síndromes somáticos).
  • Promoción y educación para la salud.
  • Afrontamiento y manejo de enfermedades crónicas.
  • Orientación cognitivo-conductual, con perspectiva integradora.
  • Conocimientos de Mindfulness.
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