Disfunción eréctil o impotencia
La disfunción eréctil es una disfunción sexual masculina bastante frecuente. La padecen aproximadamente el 50% de los hombres en algún momento de su vida. Este trastorno implica una dificultad para lograr y/o mantener la erección necesaria para el coito.
Es importante señalar que el deseo sexual no suele estar comprometido; solo en el caso de que no se busque tratamiento, prolongándose la disfunción eréctil en el tiempo, el deseo sexual puede verse afectado.
La disfunción eréctil puede ser secundaria, cuando el problema no ha ocurrido antes, o primaria, cuando el problema ha existido desde el comienzo de las relaciones sexuales. Además, puede ser parcial, cuando la erección es insuficiente en cuando a calidad y duración, o total, cuando no hay ninguna respuesta de erección. Las disfunciones totales y primarias se deben fundamentalmente a causas orgánicas (problemas hormonales, problemas vasculares como el tabaquismo o la hipertensión, lesiones neurológicas, etc. Sin embargo, las disfunciones parciales y secundarias (las más frecuentes) se deben fundamentalmente a causas psicológicas.
A nivel psicológico, una mala interpretación de un problema puntual (ej. Ingesta de alcohol que provoca una pérdida de erección), genera expectativas negativas de cara a futuras relaciones sexuales, provocando una anticipación y una generalización que aumenta los niveles de ansiedad ante el futuro encuentro sexual, aumentando la probabilidad de una futura pérdida de erección. El miedo al fracaso, la obsesión por el rendimiento sexual adecuado, la excesiva auto-observación de la conducta sexual y la autocrítica contribuyen al mantenimiento del problema.
Este trastorno es especialmente frecuente en hombres jóvenes y atractivos, debido al mito que existe sobre tener que cumplir con las expectativas de hombres fuertes y potentes a nivel sexual. Esto les genera un elevado nivel de ansiedad, miedo al fracaso y obsesión por su rendimiento sexual, que como ya hemos comentado, hace más probable que conlleve una pérdida de erección. Y comienza a gestarse el problema.
Los problemas de erección pueden aparecer antes de la penetración, en el momento de la misma o durante el coito.