Mudanzas a otro país
Cuando un niño cambia de país, vive la experiencia de pérdida de muchos elementos y personas importantes de su vida. Esta vivencia implica la pérdida de familiares, amigos, lugares, su cultura, su colegio y en ciertas ocasiones su propio idioma. Es decir, experimenta múltiples duelos en paralelo, que pueden sobrecargar sus recursos emocionales.
Los niños migrantes en su proceso de adaptación al nuevo país y en la elaboración de las pérdidas que han sufrido, pueden experimentar sensaciones de llanto, enfado, preocupaciones, miedo a no poder hacer nuevos amigos, preocupación por cómo observan a sus padres, sentimientos de tristeza, quejas de dolores en el cuerpo, rechazo al nuevo colegio, inseguridad, sentimientos de incomprensión, dificultades para poner atención, dificultades para dormir, pesadillas, pérdida de apetito, desconfianza, culpa. Todas estas sensaciones son normales en un proceso de duelo y de adaptación.
Es muy importante entender los desafíos emocionales que están implicados en el proceso migratorio, así como la diversidad que existe en la forma y el tiempo de llevarlos. Ampliar y mejorar la comunicación familiar es un factor clave, así como explicarles las ventajas de la emigración. Es necesario acompañar y regular a los niños en los miedos que se suscitan ante esta noticia, los cuales pueden ser muy específicos. Es necesario ahondar en la vivencia particular del pequeño y no dar por hecho lo que le preocupa. Es crucial preparar alguna especie de ritual que permita a los niños despedirse, lo que les ayudará a entender y elaborar las pérdidas.
En la mayoría de situaciones a los niños les cuesta identificar y expresar lo que sienten, por lo que como padres deben observar los cambios de ánimo o de comportamiento del hijo para poder servirles de apoyo en este proceso de adaptación. Si observas, que estas sensaciones se estancan en el tiempo o que resulta difícil poder gestionarlo, es recomendable buscar ayuda profesional para así prevenir que se desarrolle un duelo complicado o que aparezca un trastorno emocional en el niño.