Trastorno de la conducta en la infancia
La presencia de dificultades para obedecer las normas y los límites que imponen los padres, puede ser un elemento esperado para cualquier niño, ya que implica la capacidad para contener los impulsos y deseos, así como para tolerar la frustración. Especialmente entre los 2 y los 3 años, o posteriormente en la adolescencia, se experimentan retos evolutivos relacionados con la reafirmación y autonomía, por lo que estos comportamientos suelen ser muy frecuentes y aparecen como parte de la consolidación de su identidad.
Sin embargo, estas dificultades cuando son muy intensas, se cronifican en el tiempo y generan una dificultad en la adaptación del niño, ya implican un nivel de patología importante. Específicamente el Trastorno de conducta, se refiere a un patrón de comportamiento en el que se tienden a violar los derechos de otras personas o de las normas sociales esperadas para la edad, que se mantienen durante 12 meses. Se presentan comportamientos como agresión a personas o animales, destrucción de propiedades, engaños o robos, así como violaciones graves a normas, como escaparse de la casa, hacer novillos, entre otros.
Este trastorno suele aparecer en la etapa preescolar y va aumentando en gravedad. Entre los 7 y 10 años muestran tendencias agresivas y mentiras, entre los 11 y los 13 hay más crueldad física, robos, etc. La historia familiar, como el componente genético, así como el ambiente familiar, se han visto como variables significativas en la aparición de este problema.
Es importante acudir a terapia psicológica en estos casos, donde se interviene sobre el niño y la familia. Potenciando herramientas para la solución de problemas, los recursos emocionales, de comunicación, puesta de límites, entre otros. Atender este problema a tiempo, es un elemento protector para desarrollo posterior de patologías severas.