Psicodrama
¿Qué es?
El psicodrama fue creado por el médico-psiquiatra Jacob Levy Moreno y aplica la expresión dramática, el movimiento del cuerpo, la expresión de lo simbólico y la puesta en escena como herramientas terapéuticas. En palabras de Moreno “El psicodrama pone al paciente sobre un escenario, donde puede resolver sus problemas con la ayuda de unos pocos actores terapéuticos. Es tanto un método de diagnóstico como de tratamiento.» (Moreno, 1946, p.177).
¿Cómo funciona?
El psicodrama es una forma de psicoterapia en el cual la persona desarrolla una situación que le preocupa o le genera angustia. Así, en un contexto grupal, la persona se ayuda del grupo para representar aspectos que le gustaría trabajar. Por ejemplo, una persona que tiene problemas y discusiones con su pareja que no sabe cómo gestionar, puede desarrollar una escena en la cual represente a su miedo, su inseguridad, a su pareja, e incluso a la rabia por la discusión permanente.
Lo positivo del psicodrama, es que cada escena es personal, es propia, y es un momento para guiarnos por nuestra parte emocional. Es habitual que tendamos a racionalizar lo que nos ocurre, y con el psicodrama buscamos justo lo contrario, guiarnos por la parte emocional y comprender la función de nuestras emociones en cada problema.
¿Cuál es su formato?
El formato del psicodrama es grupal. Los compañeros ayudan a representar la escena, ajustándose al papel que el protagonista necesite. Por ejemplo: podemos estar representando a la ansiedad, y desde ese papel hablar de los miedos que tenemos, los pensamientos de miedo y del lugar que ocupamos en la escena.
Tanto el protagonista como los “ayudantes” trabajan aspectos personales, por lo que el trabajo es enriquecedor. Es muy recomendable como tratamiento paralelo a la psicoterapia individual.
Algunos de los aspectos positivos son:
- Comprender y explorar emociones. Sentirlas y expresarlas.
- Comprendernos más desde nuestra parte emocional y dejar a un lado la racionalización.
- Desenredar problemas enquistados, que no sabemos por qué no podemos afrontar.
- Tramitar emociones enquistadas para que fluyan y dejen de generar malestar.
- Gestionar emociones de una forma más útil para nuestro día a día.
- Comprendernos mejor y por tanto mejorar las relaciones con nuestros seres queridos.
- Empatizar con las situaciones de los compañeros.
¿Para qué tipo de problemas puede utilizarse?
A través del psicodrama se pueden abordar conflictos familiares, de relación con los demás y con uno mismo. También se trabajan problemas emocionales tales como angustia, culpa, ira o rabia, así como emociones enquistadas o muy elevadas.
El psicodrama, también es útil para trastornos obsesivo-compulsivos, fobias, trastornos de ansiedad, problemas de autoestima…
A través del psicodrama, la persona vive un camino de conocimiento y consciencia de su propia persona, así como una apertura hacia los demás y la relación con ellos, generando los ingredientes que conllevan el crecimiento personal.
Algunos ejemplos de su uso…
“Un ejemplo que se puede trabajar con psicodrama es el de E. F., que estaba viviendo un conflicto laboral. En ocasiones, cuando había algún problema con su compañero de trabajo, ella se sentía invadida por los comentarios que éste hacía. Tras esto, se bloqueaba y era incapaz de responder a la situación. El trabajo con psicodrama comenzó profundizando en sus emociones, y en cómo se sentía en esas situaciones. Así, pudo ver que sentía miedo ante esa situación, lo cual hacía que se bloqueara y posteriormente se sintiera culpable por no haber podido decir lo que quería.
La escena que se trabajó fue colocar al bloqueo justo delante de ella inmovilizándola. El miedo, acercándose a su oído como si le susurrara algo, y la culpa la situó dando vueltas alrededor de la escena, viendo lo que pasaba y culpándola de lo ocurrido. Después de desarrollar la escena, y que los participantes que ayudaban a representarlo hablaran desde el papel que ocupaban, E.F se dio cuenta de que si escuchaba su miedo y lo enfrentaba, el bloqueo se haría más pequeño. También surgió un nuevo papel, el de la asertividad, que le ayudaría a poder decir lo que pensaba sin dañar al otro. Así, aunque el miedo no desaparecería del todo, escucharle y responderle, le daría fuerzas, para superar el bloqueo. En las siguientes sesiones, comentó con el grupo que había tenido otras situaciones, donde consiguió no bloquearse y decir lo que pensaba”.
“Otro ejemplo de trabajo con psicodrama es el de L.M., un padre que vive una situación muy delicada con su hija. Su hija, que en la actualidad tiene 30 años, estaba diagnosticada desde hacía tiempo de Trastorno Límite de la Personalidad, y tras morir su mujer, L.M. se había hecho cargo de ella dados sus problemas psicológicos.
En la escena que él representó, estaba sentado, y todos los participantes del grupo estaban cogiéndole de los brazos y de los hombros y ejerciendo presión hacia abajo. Su culpa, sus problemas, la tensión y la rabia por todo lo que llevaba encima fueron las emociones que él eligió (entre muchas que había) y que le presionaban.
En el desarrollo de esta escena, se trabajó sobre la culpa que tenía, pues él se planteaba que la educación que le había dado a su hija había influido en el desarrollo de su problema. Pudo concluir que no todas las personas que tienen una educación restrictiva desarrollan un problema de esta índole, y que no era justo culparse por esto.
Por otro lado, luego emergió el personaje de su hija, con el que sacó la rabia y el cansancio acumulados, diciendo cosas que pensaba y llevaba tiempo guardándose. Se le planteó ponerse en el lugar de ella y que recibiese parte de las cosas que él le pedía constantemente (“tienes que cuidarte más, tienes que hacer caso a los médicos”, “no puedes pasarte el día en la cama….”). Cuando se puso en el lugar de su hija, pudo conectar con que ella no podía responder a sus peticiones ni podía ver las cosas como las veía el, por ello, aceptó que insistir en lo que tenía que hacer su hija sólo le generaba más tensión y más distancia con ella, viendo que a veces, dar cierto espacio a la relación, podía ser bueno para ambos”.