En la sociedad actual, constantemente la rutina está llena de exigencias, plazos límites, tareas interminables y múltiples responsabilidades, por lo que necesitamos disponer de un momento de respiro que nos permita recuperar fuerzas y poner en perspectiva el ajetreo del día a día. Ese espacio lo puedes tener en la consulta de tu psicólogo.
Solemos pensar que el psicólogo se encarga de ayudar a personas que tienen algún tipo de trastorno, sufren de ansiedad o depresión. Pero en realidad todos nos podemos beneficiar de acudir a terapia. Disponer de una hora a la semana en la que puedas desahogarte y compartir los altibajos de la vida diaria afectará muy positivamente a tu estado de ánimo. De hecho, de acuerdo con un estudio llevado a cabo por el neuropsicólogo Barsaglini, acudir a terapia produce cambios en nuestra función cerebral, logrando por ejemplo que áreas de nuestro sistema límbico, responsable de la sensación de miedo, se activen con menos frecuencia e intensidad. Es decir, ir al psicólogo te puede ayudar a afrontar las situaciones estresantes, así como a optimizar muchos aspectos de tu vida. En definitiva, ir al psicólogo nos puede ayudar para:
- Sentirme mejor. Ir al psicólogo implica disponer de un espacio que es tuyo, donde puedes hablar sin miedo a ser juzgado, puedes expresar tus opiniones, tu alegría y tu malestar con total libertad. Expresarte abiertamente resulta muy liberador, y tiene un efecto catártico muy beneficioso para la mente. Te libera de un peso innecesario con el que cargas diariamente. Esto te proporciona más tiempo y energía para pensar en lo positivo de tu vida fuera de consulta, además de ayudarte a organizar y a poner en palabras aquello que te preocupa.
- Vencer mis miedos e inseguridades. A veces tenemos la sensación de que nuestros miedos estarán con nosotros toda la vida. Acudir a un psicólogo te ayuda a aprender las herramientas necesarias para poder enfrentarlos sin pasarlo tan mal como podrías anticipar, por supuesto, con el apoyo de un profesional. La única manera de superar un miedo es exponiéndote a él, para eso, a veces necesitamos de otra persona que nos guíe y anime. Al vencer tus miedos, ganarás seguridad en tu capacidad para vencer aquello que antes te paralizaba. Es una manera de darte cuenta de que eres capaz de hacer más cosas de las que imaginas.
- Tener un momento para mí. Con el desgaste físico y emocional que suponen las presiones del trabajo, las obligaciones, la rutina y la familia es necesario cuidarse. Además, puede que muchas veces tendamos a centrarnos en cuidar a los demás, olvidándonos de reservar un momento para nosotros. Ir al psicólogo te asegura una hora a la semana para ti, en la cual trabajar tu manera de gestionar el estrés diario gracias a técnicas específicas. Además, es un espacio para recapacitar sobre lo que te ha sucedido durante la semana y aprender de ello. Es importante que te cuides, te lo mereces. Además, al sentirte bien podrás cuidar mejor a tus seres queridos.
- Aceptar y manejar mis emociones negativas. Hoy en día es común escuchar la expectativa de que podemos huir de las emociones negativas y tratar de sentirnos felices todo el tiempo. Sin embargo, las emociones negativas son necesarias y útiles. Por ello, es muy positivo que empieces a darte cuenta de cuándo te sientes estresado o triste, e identifiques qué te produce esa emoción. Si la emoción es muy intensa puedes aprender a gestionarla con estrategias que te enseñará tu psicólogo. Como, por ejemplo, la reestructuración cognitiva, una técnica que ha probado su eficacia para cambiar la manera de ver el lado negativo de lo que sucede y centrarnos más en el positivo. No obstante, si te ocurre un evento negativo que te produce tristeza o ansiedad es bueno que aprendas a aceptar esas emociones, ya que son adecuadas a la situación y te permiten procesar de un modo sano lo que ha sucedido. Por ejemplo, ante una ruptura con mi pareja es normal que me sienta triste. En ese caso ir al psicólogo te ayuda a poner palabras a esa tristeza, a aceptarla y a superarla, ya que es una emoción adaptativa cuando vivimos un duelo.
- Descubrir mi potencial. Un beneficio muy positivo de compartir con alguien fuera de tu entorno familiar tus inquietudes y sucesos del día a día, es que esta persona puede ofrecerte una perspectiva distinta de la situación. Y no sólo eso, un psicólogo puede animarte a tomar decisiones que escapan de tu zona de confort. Afrontar nuevos retos te ayudará a desarrollar nuevas habilidades y recursos que te hacen sentir más fuerte y seguro. Además, lograrás un desarrollo personal y un proceso de transformación mediante el que adoptarás nuevas ideas o formas de pensamiento. Así, generarás nuevos comportamientos y actitudes que pueden mejorar tu calidad de vida. Para fomentar este desarrollo personal es necesario crecer modificando y madurando tus pensamientos y emociones. Para lograrlo no hay nada mejor que la ayuda de un profesional que te acompañe.
Ir al psicólogo te resultará muy beneficioso. Ya sea para potenciar tus habilidades y para crecer personalmente, como para mejorar tu salud psicológica. Te ayudará a llevarte mejor con tu pareja, a tener más confianza a la hora de relacionarte, a descubrir tu potencial en tu trabajo y a sentirte mejor con cómo eres. En definitiva, ir al psicólogo te ayudará a crecer personalmente y ser la mejor versión de ti mismo. Anímate a ir al psicólogo ¡te cambiará la vida!
Diana Hernández
Psicóloga Grupo Cuídate
Referencias:
Barsaglini A, Sartori G, Benetti S, Pettersson-Yeo W y Mechelli A. (2014). The effects of psychotherapy on brain function: A systematic and critical review. Progress in Neurobiology, 1