:Una consulta que vemos con bastante frecuencia, es el tema de la infidelidad en las relaciones de pareja. Muchas veces suelen asistir ambos miembros a terapia de pareja, o puede acudir uno de los dos a terapia individual.
Podemos entender la infidelidad como la ruptura de un pacto de exclusividad afectiva y sexual, en la que alguno de los miembros de la pareja, tiene otra relación con una tercera persona. Cuando este contrato, que puede o no haberse explicitado, se incumple de alguna manera, se atenta contra la confianza dentro de la relación, generando daños e incluso pudiendo en muchas ocasiones, desencadenar el fin de la relación.
Muchas de las dinámicas que suelen encontrarse detrás de una infidelidad, pueden ser abordadas mediante la terapia, para encontrar vías alternativas para construir y mantener relaciones más sanas y satisfactorias, que permitan en algunos casos continuar con la pareja, o ayudar a los miembros a integrar esta experiencia tan dolorosa y seguir adelante.
Entre las causas más comunes que suelen encontrarse, se observa por ejemplo “la falta de amor”, en el que el fuerte sentimiento que se tenía se ha perdido, lo que puede favorecer la idea de que al buscar a otra persona, están siendo “fieles a sí mismos y a lo que sienten”, a pesar de engañar al otro.
Aspectos como la falta de estimulación que algunos pueden experimentar en la relación, puede favorecer que ésta se busque fuera.
Asimismo, la presencia de carencias afectivas, presentes cuando hay un distanciamiento afectivo, no hay un reconocimiento del otro, o no se le valora positivamente, éste se siente poco deseado, puede buscar a un tercero como un intento de sentirse atractivo.
También a veces, elevadas expectativas de la relación, pueden llegar a ser irreales, por lo cual, producir grandes decepciones que los distancien, y lleve a buscar fuera ese “ideal” que las cumpla.
Si bien estos actos pueden esconder de base problemas personales o de la relación, el quiebre de la confianza en el vínculo, produce un profundo daño en la pareja y en el otro, desencadenando muchas consecuencias negativas. La vivencia de una experiencia tan dolorosa como ésta, puede ser una ocasión importante para recibir apoyo psicológico que ayude en su superación.
